La Apitoxina o veneno de abejas, por tener una composición química muy rica en enzimas y otras moléculas “grandes”; es digerida y destruida terapéuticamente en nuestro estómago. Es por ello que sus presentaciones son en inyectables y en cremas. En Argentina no se producen las pastillas sublinguales.
Las cápsulas de Apitoxina son gastro resistentes, por lo que pasan intactas el estómago y se disuelven en intestino, donde se realiza la absorción de sus componentes.
El efecto esperable en estos casos es la analgesia. Una potente analgesia, casi comparable a los opiáceos semisintéticos; pero sin las contraindicaciones de los analgésicos de línea.
Con el uso normal no existen sobredosis ni acostumbramiento del organismo. Solo se contraindican en el alérgico a la picadura de abejas.
La dosis mínima a usar es de una cápsula diaria; siendo posible aumentar la frecuencia cada vez que el dolor lo amerite. Es conveniente tomar más seguido antes que tomar varias juntas.
Se recalca que el efecto esperable es la analgesia potente. Las cápsulas no presentan los otros efectos generales que presenta la inyección de apitoxina, como el estímulo al sistema inmunitario, a hipófisis, etc.
Aclaración: Este producto no es de venta libre. Solo para pacientes en tratamiento con test de alergia realizado.