Miel o Azúcar
Cuando se habla de endulzar, se piensa en azúcar y no en miel. ¿Porqué es esto? Indudablemente porque se nos ha “domesticado” comercialmente. Ello lleva tanto tiempo ya, que nadie cuestiona si es bueno o malo, solo por el hecho de ser una costumbre de generaciones.
La diferencia entre uno u otro no resiste el mínimo análisis. A fin de poder discernir es fundamental saber que es una y otra cosa. El azúcar es el jugo de caña, rico en minerales, vitaminas y con un balance correcto, totalmente destruido por un proceso industrial de blanqueado, que solo deja sacarosa. La miel es el néctar de las flores, que recogen las abejas y lo enriquecen con enzimas, minerales y vitaminas.
El azúcar solo aporta energía vacía, gastando para ello minerales y oligoelementos, en un complicado proceso de digestión, ya que es un disacárido, o sea un azúcar complejo. El excedente de lo consumido, se transforma en grasa de reserva (sobrepeso, kilos de más). La miel tiene un alto porcentaje de azúcares simples (monosacáridos), actúa como excelente fuente energética, de fácil digestión y asimilación, más el aporte de enzimas, minerales y algunas vitaminas.-
Los restos de azúcar al fermentar, dan un exceso de ácido que rompe el esmalte dental y facilita las caries. La miel, no solo no tiene este efecto, sino que protege a la dentadura. El azúcar fermenta y da gases, la miel no. El azúcar forma sucrato de calcio y “roba” este del organismo, la miel lo fija y facilita su absorción. El azúcar es un veneno para el diabético, es más, se la considera la génesis de esta enfermedad, ya que la diabetes es desconocida en pueblos que no usan endulzantes refinados. La miel -con sus precauciones- puede ser usada por el diabético.
Se considera en líneas generales que el azúcar es responsable de lo ya dicho, caries y descalcificación, más la acidificación de la sangre, arterioesclerosis, tendencia a infartos, obesidad, acné, úlceras de estómago, tensión nerviosa, problemas circulatorios, hiperexcitabilidad,degeneración hepática, entre otras.
La miel puede ser parcialmente contraindicada en el diabético y en personas sensibles a ella, pero fuera de esto tiene capacidad terapéutica en lo producido por el azúcar. Es un poderoso cicatrizante y tiene capacidad antibiótica y desinfectante. El Helicobaterium Pylori, considerado responsable de úlceras de estómago y gastritis, es sensible a ella, por lo que-sumado a su capacidad cicatrizante- se convierte en tratamiento ideal para estas afecciones. La miel tiene el balance correcto que le impone la naturaleza. Es facilitador de la absorción y asimilación de gran cantidad de nutrientes.-
Cuando hablamos de miel, debemos considerar a este producto lo más natural posible y correctamente manejado. Ello implica colmenas sin contaminación de quimiofármacos, proceso de extracción y almacenamiento de acuerdo a las buenas prácticas, y ausencia de calentamiento.-